EL INOCENTE
Mi querido hijo:
Me atrevo a comunicar contigo porque en el inframundo, donde me encuentro, se nos es permitido escribir una carta a quienes somos inocentes de los delitos de los que se nos ha culpado en el mundo de los vivos y así poder probar nuestra inocencia.
Yo no maté a tu madre, fue otra persona. Ella tenía una aventura con quien entonces era su jefe y de él dependía que ella tuviera o no ese trabajo tan necesario para llegar a fin de mes con solvencia.
%20entra%20en%20un%20portal%20de%20un%20piso.%20Y%20detr%C3%A1s%20de%20ellos%20a%20cierta%20distancia%20sin%20que%20lo%20vean%20un%20detective%20espi%C3%A1ndolos%20con%20una%20c%C3%A1mara%20de%20v%C3%ADdeo..jpg)
Imagen realizada con Canva IA
Él la extorsionó de tal manera que ella no tuvo más remedio que acceder a sus requerimientos. Yo nada sospechaba de este engaño, pero poco a poco, atando cabos, llegué a la conclusión de que ella me era infiel. Contraté un detective para que la verdad saliera a la luz. Dicho detective descubrió el lugar de sus citas y, con audacia extrema, logró filmar el momento de uno de sus encuentros. Esta grabación fue suficiente para descubrir toda la verdad. En ella pude observar que tu madre estaba allí obligada e incluso se atrevió a decirle que era la última vez que se veían. Él la amenazó con despedirla e incluso con matarla si ella le dejaba.
Yo, con esa prueba en la mano, tuve una conversación con tu madre. Entre lágrimas me confesó toda la verdad y me dijo que se reuniría por última vez con él para cortar de raíz esta cuestión tan desagradable. Yo le confesé que ella era el amor de mi vida, que la comprendía y que, por supuesto, la perdonaba.
Acudió a la que debía de ser su última cita con ese indeseable. Como vi que tardaba demasiado, me personé en el piso donde se veían y la encontré muerta en medio de un gran charco de sangre. No pude resistir este dolor tan intenso y quise acompañarla en su viaje a la eternidad quitándome la vida arrojándome por el balcón.
La policía enseguida ató cabos y no tardó en deducir que era el típico crimen machista en el cual, el marido mata a su mujer y luego se suicida.
La realidad fue otra. Para demostrar la verdad, en la estantería del comedor tienes, entre otras cintas grabadas, la que filmó el detective que contraté. Esa es la prueba concluyente de quien fue el asesino. Ese no es otro que el alcalde de nuestro pueblo, el cual sigue con su vida normal, impune, haciendo ver a todo el mundo que es una persona honesta y maravillosa.
Mi gran error fue, sin duda, haberme suicidado y dejarte huérfano y solo en la vida. De eso estoy totalmente arrepentido.
Para que sepas que esto que te escribo es verdad, te cuento que tienes un incipiente tumor maligno en tu intestino. Debes hacerte pruebas médicas inmediatas donde lo descubrirán a tiempo de ser operado y salvar tu vida.
Eres, junto a tu madre, el gran amor de mi vida. Solo pido tu comprensión y tu perdón. Sin él no puedo redimirme y ver por fin la luz, en el mundo de los muertos donde, hasta ahora, para mí, todo es tiniebla y soledad.
Recibe el cariño más sincero de tu padre.
Por Antonio H.
Comentarios
Publicar un comentario