LA CABAÑA ABANDONADA
Todo transcurrió una tarde de otoño, cuando los árboles empiezan a desnudarse de sus preciosos vestidos de colores, con esos bellos y diferentes tonos.
Los niños del pueblo salieron a pasear por los alrededores del
bosque y a recoger las castañas que ya empezaban a caer de los copiosos castaños.
De pronto, uno de los niños empezó a dar voces, había visto una
cabaña abandonada tapada por la maleza, que la cubría casi por completo. Empezaron
a imaginar historias sobre ella. Unos dijeron que era una casa encantada, otro
no dudó en insinuar que era una casa de una bruja que hacía pócimas, conjuros y
encantamientos, otro dijo que era la casa de un ogro, y no estaba mal
encaminado.
Todos querían acercarse para comprobar qué oscuro secreto se guardaba
allí. Los niños se quedaron horrorizados, perplejos y muy asustados de lo que
escondían esas cuatro paredes. No podían dar crédito a lo que estaban viendo,
unas jaulas oxidadas y dentro de ellas estaban prisioneros, atados y amordazados,
unos niños de su edad. Corrieron asustados lo más deprisa que pudieron a
contárselo a sus familias. Los padres llamaron a la policía, que no tardó en
acudir a la cabaña y rescatar a los niños que habían sido raptados en
diferentes lugares y los tenían en unas condiciones de deplorables, sin luz,
agua, etc.
No podían andar, ya que llevaban mucho tiempo en esas pésimas
condiciones.
Gracias a la heroicidad de los niños del pueblo fueron liberados y
devueltos a sus familias, que tanto los habían echado de menos. Los culpables
fueron puestos a buen recaudo gracias a la ciudadanía, que dio pistas para
poder cogerlos y meterlos entre rejas.
Elena López
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