Relato de terror: La cabaña abandonada

 LA CABAÑA ABANDONADA

Ilustración de Alfonso Pardo Martínez distribuida bajo una licencia de Creative Commons (CC-BY-SA 3.0) en Intef

Todo transcurrió una tarde de otoño, cuando los árboles empiezan a desnudarse de sus preciosos vestidos de colores, con esos bellos y diferentes tonos.

Los niños del pueblo salieron a pasear por los alrededores del bosque y a recoger las castañas que ya empezaban a caer de los copiosos castaños.

De pronto, uno de los niños empezó a dar voces, había visto una cabaña abandonada tapada por la maleza, que la cubría casi por completo. Empezaron a imaginar historias sobre ella. Unos dijeron que era una casa encantada, otro no dudó en insinuar que era una casa de una bruja que hacía pócimas, conjuros y encantamientos, otro dijo que era la casa de un ogro, y no estaba mal encaminado.

Todos querían acercarse para comprobar qué oscuro secreto se guardaba allí. Los niños se quedaron horrorizados, perplejos y muy asustados de lo que escondían esas cuatro paredes. No podían dar crédito a lo que estaban viendo, unas jaulas oxidadas y dentro de ellas estaban prisioneros, atados y amordazados, unos niños de su edad. Corrieron asustados lo más deprisa que pudieron a contárselo a sus familias. Los padres llamaron a la policía, que no tardó en acudir a la cabaña y rescatar a los niños que habían sido raptados en diferentes lugares y los tenían en unas condiciones de deplorables, sin luz, agua, etc.

No podían andar, ya que llevaban mucho tiempo en esas pésimas condiciones.

Gracias a la heroicidad de los niños del pueblo fueron liberados y devueltos a sus familias, que tanto los habían echado de menos. Los culpables fueron puestos a buen recaudo gracias a la ciudadanía, que dio pistas para poder cogerlos y meterlos entre rejas.

 

Elena López


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