Relato de terror: El asesino de mis padres

 

En esta entrada os presentamos el relato de terror que se ha alzado con el tercer puesto en el concurso.


Ilustración de Margarita Irene Marín distribuida bajo una licencia de Creative Commons (CC-BY-SA 3.0) en Intef



Era un frío sábado de invierno en el año 2013. En mi familia, siempre éramos de acostarnos pronto, en comparación con otras, por lo que yo me solía quedar jugando con el móvil. Algunas veces mis padres se levantaban para ir al baño o a la cocina, por lo que rápidamente tenía que apagar mi teléfono y hacerme el dormido.

Sin embargo, esa noche fue distinta. Estaba jugando al móvil y escuché pasos subir por las escaleras. Pensé: «qué raro, no recuerdo haber oído a mis padres bajar a la cocina», pero supuse que al haber estado tan concentrado jugando no me había percatado de que mi padre había bajado.

Los pasos eran algo pesados, aunque intentaban ser silenciosos, por lo que rápidamente apagué el móvil, lo escondí y me hice el dormido, pero al momento escuché que los pasos cesaron y, aprovechando que estaba oscuro, abrí los ojos y vi la silueta de mi padre asomándose. En cuestión de segundos se marchó, oí la puerta de su habitación, entraba a dormir de nuevo.

En varios minutos escuché golpes secos y fuertes de la habitación de mis padres, me extrañé, así que decidí acercarme siendo silencioso. Lo que vi lo recuerdo vívidamente: una sombra de un hombre grande, con lo que parecía ser un machete golpeando dos almohadas, eran mis padres.

No lloré, ni esbocé un solo suspiro, no tuve ni el valor de soltar el aire, estaba completamente congelado, mi cerebro me pegó una descarga eléctrica y volví en mí. Mi cerebro me dijo: «vuelve ahora mismo a tu habitación o morirás». Sin pensarlo, lo hice con la mayor cautela posible, me costaba respirar y me quedé congelado mirando un punto fijo, sin pensar en nada.

Oí que los golpes cesaron, sentí un escalofrío, sentí que la mejor opción era hacerme el dormido, así que me metí en la cama sin hacer ruido y cerré los ojos. Notaba que los latidos retumbaban en mi cabeza, hasta que oí los pasos de nuevo, mis oídos se agudizaron para saber la posición exacta del extraño. Noté que venía a mi habitación, con los ojos cerrados, supe que estaba en mi habitación, quería llorar y gritar, pero no pude.

Tras unos largos minutos, escuché cómo bajaba las escaleras y, al cabo de no más de un minuto, volví a escucharlo subir las escaleras, esta vez más lento. Entró de nuevo en mi habitación; estaba a tres palmos de distancia, notaba su presencia y respiración algo acelerada, salió y volvió a la de mis padres, pero esta vez notaba su respiración más fuerte, como si estuviese haciendo un esfuerzo y se repitió dos veces.

Yo seguía inmóvil, no había movido un pelo, mientras mi cerebro me mostraba un mapa de la casa, por los pasos podía saber dónde estaba el extraño.

Un silencio denso invadió la habitación, aún notaba la presencia, sabía que estaba mirándome, noté que se acercó a mí y escuché su respiración justo detrás de mí. De repente, escuché cómo acariciaba el gotelé y, después de un rato, oí que salió de la habitación, se metió en el salón. Permanecí inmóvil, sin abrir los ojos y sin dormir, perdí la noción del tiempo. Llevaba mucho tiempo sin oír un solo paso o rastro que de hubiese alguien en casa. Me armé de valor, me levanté con el corazón a mil, abrí muy poco a poco los ojos, vi claramente la pared de azul claro de mi habitación; era de día, aún no brillaba el sol, no quería salir de la cama. Me armé de valor una vez más y decidí levantarme y acercarme a la habitación de mis padres.

Vi a mis padres completamente mutilados, llenos de brechas y de sangre, eran irreconocibles, y sus extremidades colgaban por unos finos hilos rojos, solté un grito que llevaba guardado desde que empezó todo y comencé a llorar.

El suelo de la habitación estaba lleno de sangre y, al volver a la habitación, vi lo que a día de hoy me trauma, un mensaje escrito con la sangre de mis padres:

«¡SÉ QUE ESTABAS DESPIERTO!»


Sergio González


Comentarios

  1. Un relato que te mantiene todo el rato en esencia, metido dentro de la historia, como si tu fueses el niño, sabiendo que hay un asesino en tu casa y ha asesinado a los padres.
    Excelente ganador.

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  2. Te mantiene en tensión!!!

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